12/04/2007

EL HOLOCAUSTO AÚN NO TERMINA

Por Roger Pacheco Eslava
Un hombre nacido en una respetada familia católica, amante de las artes, médico de profesién y quien juró sanar a los enfermos se convirtió de la noche en la manana en el científico más repugnante de la historia de la humanidad. ¿La causa de esa fama? torturar, deshumanizar y masacrar.

El Doctor Josef Mengele envió a cientos de miles de inocentes a la muerte en los campos de concentración nazi, donde era conocido como "El Ángel de la Muerte ". Un “médico” con sus credenciales es el responsable de seleccionar a miles de judios para primero experimentar y luego exterminarlos en los campos de Auschwitz.

En nombre de la ciencia realizaba experimentos sobre gemelos, con la esperanza de descubrir el secreto de los nacimientos múltiples, para así crear genéticamente la “Super Raza”.

¿Se puede comprender la personalidad de Mengele? ¿Se puede justificar sus impulsos? Aunque pareciera a simple vista que no, veamos un poco el contexto de su trabajo.

Mengele nunca se arrepintió de sus actos, justificados por el “bien de la ciencia”. Y esto tiene una explicación, Mengele no veía a los judios como raza humana.

¿Mengele sufría un desorden mental? No, no estaba loco. Simplemente se conjugaron dos factores; el interés indiscriminado por la ciencia y la convicción de que los judios no estaban a la altura de la especie humana. Es decir, sus experimentos jamas los hubiera hecho con ciudadanos alemanes de raza ária, y mucho menos católicos. El sistema le dio la facultad de insensibilizarse ante el sufrimiento de miles de personas, ya que el Estado Nazi discriminaba a todo aquel que provenía de un linaje hebreo.

Mengele hacía vivisecciones, para estudiar los limites de resistencia a los traumas y el dolor en los seres humanos. Una vivisección, es igual a hacer la autopsia en un ser que aun vive, y la hacía con la persona consciente y sin anestesia.

Hoy día, millones de seres vivos son victimas de vivisecciones en nombre de la ciencia. Experimentos para las ciencias militares, la medicina e incluso para la cosmetología.

La experimentación en animales es otro holocausto, y seguramente aún más aterrador que los practicados por Mengele.

Primates, conejos, gatos, perros, reptiles, y extensísimo etcétera son diariamente ajusticiados en los laboratorios del mundo, no sin antes pasar por la tortura y la humillación.

El mundo científico ve a la especie animal no humana como inferior e insensible, al igual que Mengele veia a los judios, por ello en general no se horrorizan de estas pruebas.

Actualmente, se está creando un gran frente en la comunidad científica que plantea su negativa a la experimentación con animales basándose en razones importantes. Sin embargo los argumentos no son motivados por el sufrimiento animal sino científico, la respuesta básica es que los animales no son hombres y, por tanto, los experimentos realizados sobre animales no son proyectables al ser humano. Contrariamente a lo que pudiera parecer, quienes defienden esta postura son, con frecuencia, cientificos con larga experiencia en experimentacion animal, y lo dicen por esa experiencia y con datos que han recabado de publicaciones de primera linea. Por tanto, se corre así el riesgo al extrapolar indebidamente causar mas daño que curar.

Pero el punto que quiero abordar es la conciencia ciudadana. Si bien estos argumentos son muy válidos, los primates no escaparían de esta humillación por su gran semejanza con los humanos. Es decir, a menos que hagamos un acto de constricción al respecto, seguiremos viendo a los animales como seres inferiores destinados al progreso de la humanidad, y continuariamos abusando de ellos.

Estoy muy seguro de la buena voluntad del colectivo, pero el desconocimiento de este tema hace que miles de productos experimentados en animales sean comprados diariamente y por consiguiente se les da la potestad de seguir haciendo uso de estas pruebas.

La Legislación Venezolana dio un gran salto al progreso con la Ley Antitabaco al hacer que los cigarrillos anuncien sus desventajas en los empaques. Es bueno entonces obligar a los productos que experimentan con animales a decirlo. Que los empaques y etiquetas contengan una información adicional que exprese “este producto fue probado en animales” y especificar qué animal y qué tipo de experimento se hizo para probar ese producto.

No es una propuesta descarada, los descarados son quienes dicen ser proteccionistas y tras bastidores hacen lo contrario. Propongamos juntos acabar con este tipo de injusticia.

Gracias por tomarse la molestia de ver esto.

No hay comentarios: